Eclesiastés 3

Eclesiastés 3: 12, 14  y también se que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios para que delante de el teman los hombres.

Mientras tengamos vida, hagamos lo bueno y pasemos bién. El comer y el beber, y el disfrutar del fruto de tanto trabajo, es algo que Dios nos permite. Eso lo sé muy bién, como sé también que todo lo que Dios ha hecho permanecerá para siempre; a su creación no hay nada que agregarle, ni nada que quitarle; Dios lo hizo todo así para que reconozcamos su poder.

Eclesiastes es un libro que habla bastante sobre la brevedad de la vida, los acontecimientos que ocurren entre 'buenos y malos', como también de la importancia del presente, gozando de los simples detalles; como lo dice en este versículo, ¡los alimentos y bebidas (no alcoholicas, claro) que podemos disfrutar!. Este versículo siempre me recuerda a mi madre que es experta cocinando y le encanta hacer todas sus deliciosas recetas para compartir todo el tiempo.

En que mas vamos a afarnarnos, sino en sentarnos a la mesa, y deleitarnos de los diferentes sabores al día, degustando con tranquilidad cada bocado, agradeciendo a Dios porque le complace fructificar nuestra labor, por eso no debemos ser escasos. La mesa representa la abundancia. Esos atributos que vienen de Cristo debe marcar nuestras vidas en todas las áreas, porque es lo que vamos a vivir en la eternidad, no literalmente sino teniendo la plenitud del Padre, el Hijo y el Espíritu como pan de vida. 

Bendice Jesús cada hogar, cada mesa; proveenos de actividades para que nuestros graneros se llenen hasta rebozar, en tu santo y bendito nombre, amén.




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