El deseado de las naciones

Después de uno, a poco, yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones. Hageo 2: 6


Es muy interesante ver la historia detrás de lo que anunció el profeta en Hageo 2, es una profecía en el momento cuando los exiliados de la casa de Judá habían regresado del cautiverio de Babilonia y se empezaba a reconstruir el segundo templo en Jerusalén. El templo era muy especial para el pueblo porque era el lugar donde percibían la presencia misma de la trinidad, y en este nuevo templo el profeta declaró que Dios lo llenaría de su gloria.
¿Pero en qué sentido, la gloria de Dios llena el segundo Templo?

Es sabido que el segundo templo no fue tan llamativo como el primero edificado por Salomón, por eso es mucho más significativo, la gloria que se había preparado era de otra naturaleza, porque aunque el segundo templo era mucho menos espléndido, el verbo encarnado pisaría literalmente ese suelo.


Zacarías 6: 12
Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el renuevo,  el cual brotará de sus raíces y edificará el templo de Jehová.
Mas que estar físicamente presente en el templo, Jesús se hizo casa espiritual por nosotros, con el poder del Espíritu rasgó las leyes quebradas del antiguo pacto. En su débil condición sobre el madero sobreacogió a la humanidad en sus brazos eternos.

Desde el tiempo de los profetas, uno de ellos en este pasaje ya anunciaba una cimiente santa sobre el cual se edificaría un templo viviente: nosotros.
Somos parte del templo a partir del nuevo nacimiento por el ES, y la  diferencia con el templo en Jerusalén es en todos los sentidos porque es espiritual, nuestro templo no consiste en un lugar geográfico.
Efesios 2:19- 22 dice:
Así pues, ya no sois extraños, ni extranjeros, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo mismo la piedra angular, en quien todo el edificio bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien vosotros sois juntamente edificados  para morada de Dios en el Espíritu.


2 Corintios 6:20 ¿ No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que esta en vosotros, el cual tenéis de Dios; y que no sois vuestros? Pues por precio habéis sido comprados, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu los cuales son de Dios.

Antes de recibir a Cristo, vivíamos con una superficialidad de fe, estabamos vacíos y nuestra vida carecía de significado, pero cuando abrimos nuestro corazón, para recibir a Jesús como Señor, Cristo entró en nuestro espíritu y llenó la parte más profunda en nuestro ser consigo mismo, recibimos el contenido por el cual fuimos creados, en eso reside la esencia para vivir en santidad hasta su regreso.
Existen dos connotaciones al decir en esta profecía: "el deseado de las naciones"; y primero se refiere a la venida de Jesús como salvador, que al ser reconocido por unos pocos, volverá por segunda vez en una gloria que deslumbrará la tierra, con su iglesia, en vestiduras de justicia, adorando y alabando su nombre. 
¡bendiciones!





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