Prov 19, 15

El trabajo dignifica al hombre.

Yo sé que nada hay mejor para el hombre que alegrarse y hacer el bién mientras viva; y sé también que es un don de Dios que el hombre coma o beba y disfrute del fruto de su trabajo. Eclesiastés 3: 12, 13

Seis días trabajarás, más en el séptimo día descansarás; aun en el tiempo de arar y de segar descansarás. Éxodo 34: 21

Venid y ved las obras de Dios, admirable en sus hechos a favor de los hijos de los hombres.Salmos 66. 5

Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta. Santiago 2: 17

En los primeros versículos de génesis nos dice que Dios descansó después de haber obrado seis días en la tierra. Entonces nos preguntamos porque será que Dios descansó si posee fuerza innata, y poder ilimitado. El descanso de Dios es solo una referencia al decir que dejó de obrar, y se dispuso solo a contemplar. Pero en esencia nos formó con esa metodología, de pensar y hacer. Tenemos la capacidad de hacer y producir nuestros consumos, de vestir, de trasladarnos, inclusive con el paso de los siglos, muchos trabajos se volvieron más fáciles o menos forzados por la innovación de la tecnología que también es producto de manos e inteligencia humana. El ser humano fue hecho con la capacidad de pensar, y con la voluntad de encausar los pensamientos, es por eso que al tener nuestros sentidos ocupados nos lleva a tener nuestros pensamientos ocupados en esa actividad, que produce lo necesario para avanzar, para crecer personalmente, familiarmente, y materialmente porque vivimos en un mundo que nos lleva a ser responsables de nuestra existencia.

Con el sudor de tu rostro, comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás. Génesis 3: 19

Cuando las personas se mantienen mucho tiempo en la flojera, con entretenimientos o vicios que les ayuda a pasar las horas, van a pasar necesidad cuando deberían ser responsables de sí mismos, dependiendo constantemente de los más cercanos, sin objetivos o metas que cumplir, solo sobreviviendo. Entonces podemos decir que el mandamiento del creador sobre el trabajo es completamente sabio, al hacer que nuestros pensamientos nos lleve a acciones y viceversa,  acciones que son remunerados con los que podemos cubrir lo que necesitamos. Cada labor se transforma en beneficios; desde el barrendero de las plazas que colabora con el ambiente, hasta el ejecutivo de un banco, y el misionero que lleva el evangelio también calificado como la ocupación de enseñar.

Proverbios 19: 15 La pereza hace caer en profundo sueño, y el alma ociosa sufrirá hambre.

Proverbios 21: 25 El deseo del perezoso lo mata, porque sus manos se rehúsan trabajar.

Proverbios 24: 33 Un poco de dormir, un poco de dormitar, un poco de cruzar las manos para trabajar.




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