Jesús y la iglesia.
Las bodas de Caná.
Jesús hace su primer milagro, en un lugar y momento menos imaginado, ahí fue donde reveló su gloria y poder divino.
Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron invitados también a la boda, Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo, ¿que tienes conmigo mujer? aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Sacad ahora y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua echo vino, sin saber él de donde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho entonces el inferior; más tu has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en El. Después de esto descendieron a Capernaún, el, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron ahí no muchos días.
Este pasaje nos da grandes enseñanzas sobre Jesús y la misión que tendría.
Los elementos que podemos ver tienen significados como;
el agua simboliza la religión vacía,
el vino, la alegría y la vida abundante que proceden de Dios, María es la mujer, el rostro fiel de Israel, "desposada" con Dios.
Las bodas son el símbolo de la unión (alianza) de Dios con el pueblo.
Las tinajas de piedra (seis es el número de lo imperfecto e incompleto) representan a la ley, que pretende purificar al ser humano, pero que en realidad es algo vacío.
La expresión, haced lo que el os diga, es prácticamente idéntica a lo que pronunció el pueblo, el día de la alianza.
Con el milagro en las bodas de Caná, Jesús representó el pacto que haría con la iglesia. Jesús es el esposo, que se sacrificó por su amada "la iglesia" haciendo una alianza.
Un pacto nupcial
Antes estábamos sometidos a tradiciones, pero cuando el novio se reveló a nosotros, brindamos, tomamos el vino nuevo, el gozo de una relación con el esposo, la alegría de conocer al que nos amó antes de la fundación del mundo; el amor más transparente hacia su esposa, la iglesia.
¿Porque no fue iniciativa de Jesús, fue por la petición de María?
Su carácter comenzó a revelarse desde ese primer milagro, el mismo Dios esperando ante la humildad de su pueblo para saciar nuestra sed.
Es señal que él regocija el corazón del creyente y hace nuevas todas las cosas. En las bodas de Caná, las seis tinajas de piedra, que contenía el agua empleada para las purificaciones rituales, son símbolos de la antigua religión, dominada por la ley. Pero el agua transformada en vino da testimonio que en Jesús el reino de Dios está presente, un reino de paz y gozo.
El pacto se firmó con sangre. Cuando Jesús ascendió, dejó al Espíritu en nosotros, es como una presencia que no se ve pero se siente, y nos va transformando para el regreso del esposo. Jesús vendrá como esposo, Rey y juez.
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