Sobre juzgar.
Una de las mas frecuentes causas de conflictos en la iglesia son por las murmuraciones, los chismes y los juicios.
Juzgar basicamente es poner en juicio las acciones de una persona que transgrede o pasa los principios o normas.
Entonces cada vez que alguien comete un error, pecado, no va faltar un hermano que lo diga, repita a los que encuentre, aún muchas veces sin tener la certeza sobre el tema.
No debemos juzgar de una manera superficial e hipócrita. La biblia nos da una guía de como debemos hacer un juicio, con un estándar más alto en nivel espiritual, con discernimiento, conocimiento y sabiduría. Es verdad que no debemos condenar o juzgar injustamente, pero sí podemos juzgar situaciones, conceptos y actos a lo largo de nuestra vida.
En muchas ocasiones es mejor pasar las faltas de los demás para no ingresar en una demanda constante, especialmente cuando son conceptos triviales.
No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y porqué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿ o cómo dirá a tu hermano: déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡ hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bién para sacar la paja del ojo de tu hermano. Mt 7
Debemos juzgar con justicia, con misericordia y según la palabra de Dios.
Juzgar con justicia. La ley existe para poner orden en una sociedad. Cuando existe un juicio es porque una persona transgredió la ley. Así debe ser en la iglesia cuando una persona infringe las normas y hace daño, debe ser sancionado/a.
Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y reprendele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. Mateo 18. 15, 17
Juzgar con misericordia: Antes de juzgar debemos mirar nuestro propio corazón. Como estamos en el interior de nuestros pensamientos. Quizás somos intolerantes con los demás pero tolerantes con nuestro pecado.
Tenemos que estar en condición para poder juzgar justamente. Nadie es perfecto por eso todos necesitamos misericordia para ser salvos.
En la palabra nos dice que no hay ni un justo, ni siquiera uno, porque nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. Eso refleja que debe haber equilibrio. La justicia si debe existir, porque de hecho es lo que hace contraluz el mal. Si estamos en total oscuridad no vamos a llegar ningún lugar, no vamos avanzar. La justicia se realiza acompañado de misericordia para que un pecador sea transformado.
Juzgar según la palabra de Dios. Toda palabra es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarguir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3. 16, 17
El estandar por el que medimos los actos de los demás no son nuestros pensamientos, o basado en una cultura, sino todo debe ser alineado a lo que dice la escritura. Cuando hablamos sobre un pecado, hablamos lo que dice en la biblia sobre ese pecado. Entonces basamos nuestra enseñanza en lo que dice Cristo, no en nuestras opiniones. Porque somos relativos pero la palabra nunca cambia. Muchas veces no quiero hablar de muchos pecados, porque solo gano enemigos que estan pendientes hasta del mínimo detalle de lo que hago, pero igual intento enseñar, para cumplir con mis deberes como hija de Dios. En los corazones receptivos se sembrará una semillita que puede crecer, entonces no todo será en vano.
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