Identidad

 En el principio del ministerio de Jesús sucedió un evento trascendente que marcó su vida; y fue la visión espiritual con el poder del Espíritu en aquel desierto después de su bautismo en agua. Ahí vivió experiencias extremas físicas y espirituales.





Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a Él el tentador y le dijo: Si eres hijo de Dios, dí que estas piedras se conviertan en pan. El respondió y dijo: Escrito está. No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de tí, y sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. -Jesús le dijo: Escrito está también, No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. El diablo entonces le dejó, entonces vinieron ángeles y le servían. Mateo 4: 1 , 11


Durante su infancia y juventud Jesús creció entre los religiosos de sus tiempos, fue al templo a los 12 años, fue enseñado como un judío más en las escrituras, y los rituales del templo, pero en su interior reconocía su identidad de Hijo de Dios que había descendido en forma de verbo encarnado. 


En Mateo 3: 17 Dios confirmó su identidad con una voz que decía: "Este es mi Hijo, en quien tengo puesta mi complacencia" siendo visible el Espíritu Santo en una paloma cuando fue bautizado en agua. Luego de ese importante evento fue llevado a un lugar árido, para fortalecerse en el espíritu, para así dar comienzo a su ministerio. En ese momento en el que Jesús decidió no comer nada, estando débil físicamente fue Satanás, (puede ser también en forma física o en una visión espiritual) justamente a ofrecerle lo que necesitaba.

Desafiando a Jesús le dijo que convirtiese las piedras en pan. Jesús le respondió con seguridad, que un hombre no solo vive de pan, más sobre todo, de la palabra de Dios, y si solo estaba dependiendo de las escrituras, así debía ser. Es muy posible que el viendo su vulnerabilidad física, fue un poco más transportando a Jesús a Jerusalén en lo alto del templo, impulsando a que dé un salto, para demostrar que los ángeles protegerían su vida sosteniéndole, Jesús le respondió que escrito está que no debía intencionar un acto así con el fin de demostrar la protección de Dios. 

Una vez el diablo le desafió a Jesús mostrando el gobierno de las naciones, el poder y todo lo que eso conlleva, y como el tenía la potestad sobre ellos, la influencia también le transferiría a Cristo si el cedía estar a sus pies. El le respondió con autoridad expulsándole de ahí, con la palabra de su Padre, escrito está; solo debemos alabanza y adoración a Dios. No teniendo más nada que decir y movido por la palabra se fue, y Jesús fue atendido por los ángeles que le honraron.

El poder de la ¨Palabra, y la afirmación por el Padre sobre su identidad fue la fuerza de Jesús en todo momento, hasta llegar a su destino, la diestra de Dios.








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