Generación radical



Levítico 2: 13 Todo lo que ofrecieres en sacrificio, lo has de sazonar con sal; y no faltará del sacrificio la sal de la alianza con Dios. En todas sus ofrendas ofrecerás sal.

Al segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto para la ofrenda por el pecado, y purificarás el altar como lo purificaron con el novillo. Cuando hallas terminado de purificar ofrecerás un novillo sin defecto del rebaño. Lo ofrecerás delante del Señor, y los sacerdotes echarán sal sobre ellos y los ofrecerán en holocausto al Señor. Ezequiel 43: 22, 24

Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar, ni se enciende una lámpara y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelabro, y alumbra a todos los que estan en la casa. Mateo 5: 14, 16

La sal o cloruro sódico es un elemento mineral que esta compuesta aproximadamente de un 40% de sodio y 60 % de cloro que nos benefician en varias formas.

La sal que se consumía en Israel, provenía de las salinas del Mar muerto, el cual proveía cantidades significativas de sal a toda la región, por lo que para la ciudad de Roma era esencial la supervisión constante de la zona; y de ahí también deriva la palabra salario por la paga con una proporción de sal que daban a los legionarios, debido a sus múltiples utilidades diarias.

En las escrituras la sal es mencionada en muchos versículos y según sus propiedades minerales se le da significados espirituales como:

Preservación, antiséptico o medicinal, y para rituales.

La sal purifica: cuando echamos sal a un objeto higieniza, previene infecciones. Como metáfora somos sal por la pureza que debemos presentar siguiendo a Cristo, y obedeciendo sus mandamientos.

La sal preserva: es muchos lugares se utiliza como preservante para cárnicos y otros alimentos. Así debemos extendernos para contrarestar la contaminación del pecado.

La sal es sazón: es esencial para los alimentos procesados porque realza el sabor, así también debemos elevar el evangelio a nivel personal generando cambios en nuestro entorno.

La sal es medicina; desde la antiguedad fue utilizada para relajar músculos, detener la sangre de las heridas, y entre otras formas, de la misma manera en que podemos ser medicina para otros, emitiendo palabras sabias.

En levítico nos dice que la sal acompañaba las ofrendas que el pueblo ofrecía, desde el antiguo testamento como mandato de Dios. 

Un sacerdote permanecía a la entrada del templo para supervisar que las ofrendas no lleven miel o levadura, pero si sal, así sería acepto para ingresar al santuario.

La sal como preservador representa pactos perpetuos, alegorizando el nuevo pacto por Jesús, derramado con sangre completamente santo y puro. 

Así es como todos hoy día debemos presentar nuestras ofrendas o sacrificios; hechos para Dios. Con pureza, y amor.

La sal también simbolizaba el juicio de Dios y su maldición. Gén 19: 24,26 Deut 29; 22, 30









Dios nos llama a ser identificados con Cristo al ser comparados con la sal haciendo diferencia, con una convicción radical en nuestra fe, haciendo obras de justicia.

Como somos seres con voluntad individual, es indispensable que desarrollemos un carácter santo viviendo por principios y no por emociones, en todos los sentidos, siendo bién definidos y dirigidos hacia el bién.

En St 1: 22, 25 dice: Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. Porque si alguien es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es. Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, este será bienaventurado en lo que hace. 


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