Mujer.

Las mujeres muchas veces asienten en el estado que viven, sin importar las clases sociales o color de piel, existen mujeres destrozadas por dentro, heridas, fustradas, confundidas.

Tal vez no tenga la experiencia para hablar abiertamente, pero si tengo sentido común y conocimiento observando las conductas de algunos referente a las relaciones que sostienen, sin darse cuenta que llevan una inestabilidad constante.

Dicen que elegimos desde nuestras carencias, por eso quiero decirte MUJER, primero cultiva tu alma, tu mente, y renuevate en el amor de Dios que excede todo conocimiento, para no dejar espacios para quién no está a tu nivel. 

Podríamos escribir el capítulo treinta y dos de proverbios enfatizando este tema, porque existen muchos red flags que te indican que la otra persona NO es, hablando específicamente del hombre. Estos son algunos debemos tener presente:

No posee recursos financieros.

Es inestable emocionalmente.

No posee los mismos valores.

No se edifica mentalmente.

Es grotesco en sus palabras.

Tiene vicios.

No tiene sentido de familia.

No le gusta trabajar.

No tiene iniciativa.

Es avaro.

No sabe manejar su ira.

No le tiene a Dios como prioridad.

Por favor, mujer, no creas en las palabras de que van a cambiar despues de casarse, porque las posibilidades son casí nulas de que alguién sea diferente despues. La soledad es la etapa donde uno debe construirse para SER esa persona indicada para alguien más.

La unión de personas incompatibles deja cicatrices, fustración, más el caos que se genera en la sociedad y se debe sostener, desde la psicología, hasta el colapso económico de familias destructuradas; adolescentes que buscan refugio en las drogas, relaciones sexuales, juegos electrónicos, prolongando la cadena de maldiciones.

Por favor, Ora y refugiate en Dios.