El burro y el buey.

 No os unáis con yugo desigual. Esta expresión en la palabra viene de un origen agrícola referente al yugo con el que se ataban a dos animales para tirar de un arado porque era una práctica dañina atar animales de diferentes tamaños, fuerzas o especies, como un buey y un burro porque es demasiado dificultoso trabajar juntos.

Así pasa de forma relevante en nuestras relaciones en general. A veces tenemos que trabajar en conjunto, en muchas situaciones  simplemente tenemos que estar,  pero si es innegable que existirán conflictos cuando en las asociaciones existen desacuerdos; más cuando hay diferentes ideas, argumentos, valores, principios, objetivos y más.

Es díficil estar en conflictos, pero también los conflictos son parte de la vida misma. En los problemas vamos manejando nuestra capacidad de resolución, paciencia, tolerancia. En las escrituras nos dice que en lo posible estemos en paz con todos, pero también dice que en lo posible evitemos tener alianzas con los incrédulos. Un incrédulo/a es aquel que no tiene las escrituras como estandarte y sigue al sistema del mundo. Por eso va la comparación  entre dos animales diferentes, que no llevan el mismo peso de una carga; siempre uno llevará más hasta convertirse en insostenible. Cuando decidimos seguir a Cristo simplemente no podemos estar permanentemente con personas que no le siguen, porque estaremos en estrés constante. Por eso cuando existen situaciones que no son opcionales, se establece un límite. Una persona sabia debe saber direccionarse siempre hacia personas sabias, hacia lo correcto. Los necios una y otra vez estan en los mismos problemas. Eso no significa que no vamos a tener problemas pero no pueden convertirse esos problemas en nuestro estilo de vida. Las personas que se edifican constantemente, simplemente son incompatibles con los que no lo hacen.  Renueva tu mente, cultiva tu espíritu lo más que puedas. Jesús es suficiente.

El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz. Pero si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad. Si la luz que hay en ti es oscuridad, que densa será esa oscuridad. Mt 6:22, 23