Arquitectos

 Personalmente puedo decir que me encanta el avance en la arquitectura, dejando lo convencional, y actualizandose a nuevos planos, especialmente en la estética minimalista. El lema «menos es más» resuena en diseños que valoran la simplicidad, eliminando lo superfluo y centrándose en líneas limpias y formas geométricas. Este enfoque no solo contribuye a la belleza visual, sino que también promueve un estilo de vida más organizado y menos caótico.

Eso es lo que necesitamos todos en este tiempo, más funcionalidad con menos distracción en multiples detalles. Con espacios despejados  también nos ahorramos la ansiedad de las compras compulsivas que sobrecargan nuestra vista y energía. Tal vez no todos esten de acuerdo pero sería buenísimo que sea tendencia este estilo, mas alla de la arquitectura. Además de que en un par de años se eliminará los billetes impresos, y todo se actualizará al sistema monetario digital; eso quiere decir que solo vamos a poder comprar y vender por medio de aparatos tecnológicos, y lectores sobre la piel donde se nos íntroducirá pequeños chips que nos dará la impresión de seguridad financiera. No es una opinión nada más, porque ya se está programando en los países más avanzados sobre esto, y muchos lo saben. Entonces también podemos deducir que las escrituras sobre los últimos tiempos también se estan cumpliendo sutilmente.

Si en unos años más, ese papel que tanto valoramos es como el viento que va de un lado a otro y ni siquiera vemos, cuanto más ahora debemos capacitarnos para el caos que se viene; porque con este plan digital, llegará mas lejos los problemas psicológicos humanos, con la introducción de ideas e ideologías anormales. 

Como hijos de Dios sabemos que el estandar sobre el que estamos sujetos es la palabra, no los pensamientos humanos. Podemos construir según el diseño de Dios, esa es nuestra arquitectura planificada. 

Efesios 2:19-22

Así pues, ya no sois extraños ni extranjeros, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la {piedra} angular, en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para {ser} un templo santo en el Señor en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.